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El discurso del odio con piel de oveja...

Quinta entrega

Luis A. Gómez

Publicado: 2021-08-21


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¿Por qué Carlos Mesa, Fernando Camacho y las demás figuras de la derecha boliviana pretenden cambiar el significado de las palabras? Los medios de información que les son afines lo hacen para corresponderles, para eso les pagan a sus escribidores, locutores y figuritas de la pantalla. Pero la emotividad con la que los políticos blancoides pretenden explicar que su discurso no es un abuso (político, lingüístico, racializado), sino la expresión universal de la política moderna, parece un delirio. Quizá porque en ese rincón donde deambulan los Tuto Quiroga y los Samuel Doria Medina se sueñan verdaderos, por tanto justos y con todos sus privilegios intactos, entre ellos el de decidir los destinos de Bolivia por encima de todos, instituciones y gobernantes, indios y gente pobre.

Pero la verdad no surge de una declaración (ni de cien mil tweets). Tampoco es un territorio donde los ilustrados descendientes de las castas criollas hablan impunemente y sus dichos son ciertos nada más que porque ellos los enuncian. Algunos de estos politicastros lo saben y actúan con un cinismo sorprendente (como Quiroga o Arturo Murillo) 1. Otros parecen ignorar que sus dichos no son verdaderos porque salen de su boca (o de sus dedos), inmersos como están en su apabullante cobardía (como Mesa, Camacho o Rómulo Calvo, el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz).

La verdad, siguiendo sin muchas prisas cierta filosofía liberal, se traduce siempre en conocimiento (colectivo), no universal y mucho menos impuesto 2. La aceptación de lo dicho (y de lo hecho), la asimilación orgánica de ideas, y hasta de descripciones, es un proceso que “construye” progresivamente algo que podríamos llamar, para no complicarnos mucho, “la verdad de la milanesa” en Bolivia. Por supuesto que puede ocurrir, como en el caso de la derecha boliviana, que una ilusión de la verdad sea satisfactoria para algunos... pero sólo para ellos.

Obviamente, estos señores de antes (y algunos de los ahora, Evo Morales y Alvaro García Linera incluidos) interpretan todo con un binarismo tajante, en blanco y negro, que no da más que dos posibilidades aparentes: verdad o mentira. Así, la dicotomía creada por los políticos en 2019 (entre “fraude” y “golpe”) no presenta dos caras de la misma moneda (que vendrían a ser el poder político sobre el Estado y la representación de la sociedad en su conjunto). Ambos fenómenos son, más bien, distintas ramificaciones de un proceso en el que dos clases políticas se disputaron no solamente el poder y los votos sino la historia reciente (la de este siglo). Para ambos colectivos en la realidad boliviana solamente cabe, absurdamente, su versión y su discurso. Ambos mienten definitivamente en un punto o el otro, o vuelven absurdas las cosas que no se ajustan a su discurso para oscurecer la discusión 3.

Lo anterior puede servir igualmente para explicar cómo tres diarios y una agencia de noticias respondieron a la presentación del informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre los hechos ocurridos entre septiembre y diciembre de 2019. El Deber, Los Tiempos, Página Siete y la Agencia de Noticias Fides (ANF) titularon una de sus primeras notas el martes 17 de agosto de manera muy similar. Pero no se copiaron la tarea, todo indica que los diarios usaron como base de su redacción el cable de ANF. Curiosamente, en los casos de El Deber y Página Siete las notas tenían las firmas de Mauricio Quiroz Terán y Baldwin Montero, respectivamente 4. En realidad, que cuatro de los medios de la derecha boliviana digan lo mismo no es anómalo, muestra cómo interpretan hasta lo que puede dañarlos como un triunfo (Hitler tenía como uno de sus principios políticos no aceptar nunca una derrota).

Página Siete volvió a destacar lo mismo en su edición impresa al día siguiente, con otra nota (repitiendo la información sesgada) y su titular de tapa rezaba “El GIEI halló violación a DDHH en los gobiernos de Morales y de Añez” 5. Lo más importante para los informadores pititas y cívicos fue, sin duda alguna, que Evo Morales y Jeanine Añez tenían responsabilidad en las muertes ocurridas en esos meses. No que hubo masacres (lo que les resulta todavía difícil de tragar) 6 y tampoco que el GIEI recomendó al estado boliviano decenas de acciones para reparar el daño, a satisfacción y en pleno respeto de los derecho humanos de las víctimas y sus familiares. Los escribidores del diario pitita son tan evidentes en su trabajo de parcialización que ni siquiera destacan el perdón, público e incondicional, que el presidente Luis Arce Catacora pidió durante su participación durante la entrega del informe del GIEI; algo inédito en la breve y agitada historia de la democracia boliviana 7.

Sabiendo que los medios trabajan para esa ilusión de verdad en la que la derecha boliviana es patriótica y democrática, repitiendo sin control sus afirmaciones torpes o falsas, habría también que prestar atención al expresidente Carlos Mesa una vez más. Mesa, en su soberbia, es incapaz de actuar congruentemente. Para este influyente miembro del Opus Dei la única coherencia necesaria es la que deja clara su superioridad sobre todos (el gobierno, sus oponentes, los indios). Así puede demandar que el presidente boliviano no tenga una visión sesgada del informe del GIEI y al mismo tiempo afirmar en su cuenta de Twitter que coincide y respalda el documento en el tema de la reforma a la justicia (pero nada más, aparentemente) 8... como si no pudiera (o no quisiera) recordar las masacres de Sacaba y de Senkata, que son subproductos de su apoyo a la conjura de la Universidad Católica: ni Evo Morales, ni dios, ni los libros de sus padres tienen la culpa de las decisiones políticas de Mesa.

Quizá, para evitar que sigan intoxicando el debate político, habría que dejar atrás ese binarismo que le da tanto aliento a la derecha boliviana. No solamente porque no hay ni casualmente una verdad irrefutable en él, también porque en medio se halla la gente de a pie, como la de El Alto, que en algún momento se negó a votar por Evo Morales masivamente pero unas semanas más tarde enfrentó balas y amenazas para defender su bandera, luego su dignidad y, unos meses después, su visión del futuro. Es decir, esa gente que dio al actual gobierno 55 por ciento de los votos, y una mayoría confortable en la Asamblea Legislativa Plurinacional, es en realidad lo que hace al país, lo que importa y lo que define el camino, en los barrios, las calles y las comunidades, desde inicio el siglo XXI.

Es por eso que la línea de pensamiento de los Mesa, Camacho y compañía revela parte de su programa: de lo que se trata es de “enjuiciar” al otro, cancelarlo. Repetimos, se expresan como si cada causa judicial fuera la prueba de su rectitud o de su inocencia. Tuto Quiroga no esconde sus intenciones cuando usa el informe del GIEI para pretender encausar a Evo Morales 9. El ex vicepresidente de Hugo Banzer parece obviar el hecho de que durante su virulento año de mandato murieron al menos 52 personas, y muchas eran cocaleros desarmados. Alguien tendría que recordarle al señorito de la derecha más necia que nadie, ni los narcos ni él mismo, merece morir a balazos en un camino o en una protesta, por ningún crimen o falta contra la ley... y sobre esas muertes Quiroga todavía tiene que responder ante un tribunal.

Debería haber procesos judiciales por muchos sucesos en Bolivia, incluidos los atropellos del gobierno de Evo Morales y su grupo. Eso ya lo sabemos, no necesitamos que Carlos Mesa lo demande luego de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra la relección indefinida o porque el expresidente indígena habla de “golpe” y niega el “fraude”. Aunque haya demandas contra Morales que prosperen, habría que recordarle al cobarde de Mesa que eso tampoco lo limpia de toda culpa: participó con sus ayudantes de la conjura en la Universidad Católica que impuso mañudamente a Jeanine Añez, quien por cierto pide un trato que su gobierno no le dio a nadie que se le opuso... pero que se merece: la ex mandataria de facto está bajo custioda del sistema penitenciario y tiene derechos. Lo que ya no tiene es poder para hacerlos valer ahí dentro, como ha sido costumbre en las cárceles bolivianas para los de abajo, durante décadas y siglos, y en los gobiernos de Evo, Mesa, Tuto, Banzer o Sánchez de Lozada...

Que Añez insista en escabullirse de su responsabilidad por las masacres es no solamente muestra de cobardía, es también parte del uso sostenido de mentiras que repiten cotidianamente ella y los conjurados de Obrajes. La expresidenta no mató a nadie, no directamente, ni sabemos todavía qué órdenes salieron de su despacho para la policía y las fuerzas armadas sobre las acciones en Sacaba y Senkata 10. Pero el principal operador de esas muertes, Arturo Murillo Prijic, fue sostenido por ella en su cargo de ministro, inclusive luego de la censura parlamentaria que la forzó a retirarlo el 20 de octubre de 2020, y que Añez ignoró para nombrarlo otra vez en su cargo al día siguiente 11. Poco más hay que decir sobre la ilusión a la que se aferra Añez: su proclamación de inocencia no es verdad aunque la grite.

Tampoco, como manifiesta Samuel Doria Medina, hay que culpar a los demás de lo que él y la jerarquía católica ayudaron a forjar: el año de excepción dominado por Arturo Murillo y su banda de ladrones y asesinos. La falta de alternancia en el poder nunca tiene como consecuencia necesaria las masacres contra la gente 12, lo sabe bien la gente en Bolivia que murió acribillada durante los últimos cuarenta años, mientras era gobernada por todos los partidos de antes.

El 17 de agosto de 2021, durante el acto de entrega del informe del GIEI, hablaron también las víctimas de las masacres. “Para nosotros no hay felicidad”, dijo conmovida Gregoria Siles, en representación de los familiares de los caídos y heridos en Sacaba. Y pidió justicia al gobierno de Luis Arce. Porque la verdad y la justicia son necesarias para una sociedad. Su aparición, si ocurre, nunca es producto de los dichos de esos iluminados que, al menos en Bolivia, no solamente mienten, se mienten y vociferan ofendidos. Será otra cosa. Y los descendientes de doña Gregoria podrán entonces buscar esa felicidad que le negaron a ella Añez, Murillo, Quiroga, Camacho, Mesa, Doria Medina y otros de su calaña.

Gianni Vattimo afirmó calmadamente que “la verdad absoluta es, sin ninguna duda, falsa porque no quiere reconocer que es verdad interpretada” 13. Desdoblando la idea, se puede decir que ninguna figura de la derecha boliviana acepta que la verdad que fabrican es ilusoria (y por ello falsa). Todos entienden que imponer su discurso, pervirtiendo el lenguaje con el que se expresan, es su objetivo primario para volver a mandar sobre un país y su gente. Nunca entenderán, justamente por eso, por qué las elecciones ya no les favorecen y los indios, caminando sin prisas por todas partes, los increpan en la calle para que den cuenta de sus mentiras y de sus fechorías 14.

Referencias

1. Según el Diccionario de la Real Academia Española, un politicastro es un “Político inhábil, rastrero, mal intencionado, que actúa con fines y medios turbios”.

2. Gianni Vattimo: “Si la cultura de los llamados salvajes del Amazonas pudo durar tanto es porque rige y tiene los mismos derechos que la nuestra. Las culturas no están todas sometidas a una sola. Terminó la época del universalismo general del pensamiento europeo. Y eso es lo que Nietzsche describe como el nihilismo, la muerte de Dios, etcétera. Ya no se puede hablar de la verdad, sino de las verdades” <https://www.clarin.com/rn/ideas/filosofia/Gianni_Vattimo_en_Buenos_Aires_0_B12XCcxpv7e.html>.

3. Evo Morales presumiendo de ganar todo proceso judicial <https://erbol.com.bo/nacional/evo-dice-que-enjuiciarlo-ser%C3%ADa-perder-el-tiempo-y-que-seguirá-ganando-procesos>, o Tuto Quiroga pidiendo que renuncien autoridades cada semana por cosas que no le gustaron (quizá para nombrar él a sus sucesores) o apoyando sus esfuerzos para desetabilizar al actual gobierno con políticos latinoamericanos de la peor clase <https://erbol.com.bo/nacional/tuto-ve-responsabilidad-en-exautoridades-del-mas-tcp-y-tse-por-ocasionar-la-crisis-de-2019> <https://twitter.com/tutoquiroga/status/1421441389993373700?s=20>.

4. “El GIEI halla evidencias sobre violación a los derechos humanos y ausencia de justicia en los gobiernos de Evo y Áñez” <https://eldeber.com.bo/pais/el-giei-halla-evidencias-sobre-violacion-a-los-derechos-humanos-y-ausencia-de-justicia-en-los-gobier_243485>; “GIEI halla violaciones de derechos humanos en los gobiernos de Morales y Áñez” <https://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20210817/giei-halla-violaciones-derechos-humanos-gobiernos-morales-anez>; “Informe del GIEI concluye que se violaron DDHH en los gobiernos de Evo y Añez” <https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/8/17/informe-del-giei-concluye-que-se-violaron-ddhh-en-los-gobiernos-de-evo-anez-304245.html>; “El GIEI halla violaciones de derechos humanos en los gobiernos de Evo Morales y Jeanine Añez” <https://www.noticiasfides.com/nacional/politica/el-giei-halla-violaciones-de-derechos-humanos-en-los-gobiernos-de-evo-morales-y-jeanine-anez-411187>.

5. <https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/8/18/el-giei-hallo-violacion-ddhh-en-los-gobiernos-de-morales-de-anez-304282.html>.

6. Según una nota de Erbol Digital, lo ocurrido en Sacaba y en Senkata es considerado “masacres” (con esas comillas que hacen de los hechos algo dudoso) por Patricia Tappatá del GIEI, no por todo el grupo de expertos, como en realidad expresó Tappatá el martes de 17 de agosto pasado durante la entrega del informe <https://erbol.com.bo/seguridad/del-castillo-afirma-que-se-continuará-investigando-efectivos-de-la-polic%C3%ADa-por-las>.

7. La nota al respecto de Página Siete tiene en su cuerpo alrededor de 3,150 caracteres, apenas 854 están dedicados al tema <https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/8/17/arce-les-pedimos-perdon-acompanamos-el-dolor-de-sus-familias-304234.html>.

8. <https://erbol.com.bo/nacional/mesa-pide-arce-no-hacer-una-lectura-‘sesgada’-del-informe-del-giei-y-cambios-en-la-justicia> y <https://twitter.com/carlosdmesag/status/1427722862136373263?s=20>.

9. <https://twitter.com/tutoquiroga/status/1428152260568223754?s=20>.

10. <https://erbol.com.bo/seguridad/jeanine-añez-‘no-soy-ninguna-delincuente-no-maté-nadie-ni-mandar%C3%ADa-matar’>.

11. <https://www.efe.com/efe/america/politica/ministros-bolivianos-cesados-por-censura-parlamentaria-vuelven-a-sus-carteras/20000035-4373131>.

12. <https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/8/13/doria-medina-sobre-opinion-consultiva-cuando-no-hay-alternancia-aparecen-problemas-como-en-2019-303903.html>.

13. Ver referencia número 2.

14. <https://www.paginasiete.bo/nacional/2021/8/18/hacen-pasar-un-incomodo-momento-mesa-en-la-plaza-murillo-con-gritos-de-asesino-304332.html>.


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El discurso del odio con piel de oveja

Sobre el discurso político de la derecha boliviana de hoy